Aunque no soy muy dada a la casquería, reconozco que es económica y muy nutritiva, y que si se condimenta bien, puede resultar un plato interesante. Ahora está muy de moda en algunos sectores de la alta cocina.
Dificultad:
- Media.
Ingredientes (por persona):
- 2 filetes de hígado.
- 6 champiñones medianos.
- Aceite.
- Sal.
- Ajo en polvo.
- Romero.
- Pimienta negra molida.
- Nata de guisar.
- Leche semidesnatada.
- Una cucharada de queso azul de untar.
- 1/2 vaso de vino tinto.
Procedimiento:
1º) En una paella con muy poco aceite (lo justo para que no se pegue), ponemos el hígado. Lo sazonaremos con sal, pimienta negra molida, romero, ajo en polvo, y lo dejaremos hasta que esté dorado por ambas partes. Sacaremos y reservaremos.
2º) En el mismo aceite sofreiremos los champiñones que habremos cortado en láminas, habiendolos sazonado previamente con sal, pimienta negra y ajo en polvo. Cuando estén cocinados, sacaremos y reservaremos.
3º) Una vez terminados de cocinar estos alimentos, procederemos a desglasar la paella (desglasar significa añadir un líquido y dejarlo al fuego para que se desprendan todos los sabores que hayan quedado en la paella). En este caso yo he añadido vino, un chorrito de leche, nata de guisar, sal, pimienta negra, ajo en polvo y una cucharadita del queso azul en crema. Dejaremos a fuego medio e iremos removiendo lentamente hasta obtener una salsa fina y sin grumos.
4º) Rectificaremos de sal si fuera necesario y estará listo para montar nuestro plato: Los champiñones, el hígado y la salsa de vino, tal como veréis en la foto.
A comer!
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