Dificultad:
- Media.
Ingredientes:
- 2 claras de huevo.
- 4 yemas de huevo.
- 100 gr de azúcar.
- Una tarrina de mascarpone.
- 1/2 tarrina de queso de untar.
- Un paquete de bizcochos de soletilla.
- 175 ml de café normal (preparado con cafetera).
- 200 gr de chocolate negro.
- Cacao en polvo para espolvorear.
- 6 cucharadas de leche condensada.
- Un chorrito de coñac.
Procedimiento:
1º) Preparamos en una cafetera el café. Reservamos.
2º) En un bol ponemos las claras y las batimos a punto de nieve. Yo recomiendo varillas eléctricas si se puede, pues tarda bastante en montar, aunque se le puede poner un pellizco de sal que ayuda un poco.
3º) En otro bol batiremos las yemas con el azúcar hasta que quede clarito. A continuación pondremos los quesos poco a poco e iremos mezclando despacito, hasta obtener una masa muy cremosa y homogénea. Cuando lo tengamos añadiremos cuatro cucharadas de leche condensada, que a parte de darle dulzor, ayudará a que tenga la crema un poquito más de textura, y después agregaremos las claras que tendremos a punto de nieve y las incorporaremos a esta mezcla con una cuchara o espátula, mezclando de abajo a arriba con movimientos envolventes para no perder demasiado el aire que hemos conseguido con las claras, pues esto es lo que hará que la crema quede esponjosa y deliciosa. Cuando esté todo incorporado estará listo para montar la tarta.
4º) Cogemos un molde rectangular, pondremos un poco de la crema anterior en el fondo e iremos colocando los bizcochos que habremos remojado en una mezcla que habremos hecho con el café, un chorrito de coñac y dos cucharadas de leche condensada. Removeremos bien y lo tendremos preparado para mojar los bizcochos sin empaparlos demasiado, e iremos colocándolo sobre la fuente, así hasta tener toda una base.
5º) Sobre la base de bizcochos colocaremos otra capa de crema, y sobre ésta, rallaremos un poco de chocolare negro, y volveremos a hacer otra capa igual que la anterior con los bizcochos remojados, sobre estos, crema, y sobre la crema más chocolate rallado. Para finalizar, espolvoreamos sobre el chocolate rallado el cacao en polvo, y lo dejaremos en el frigorífico (si puede ser todo un día quedará mucho más sabroso y con más textura).
Esta tarta, se la dedico a mi gran compañero de viaje al que quiero y espero poder caminar con él durante mucho mucho tiempo más.
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